¿Qué es Tantra Yoga y para qué sirve?
El Tantra Yoga es un conjunto de asanas (posturas), mantras (meditaciones), chakras y bandhas (bloqueos de energía) en los que trabajar para lograr un crecimiento personal y espiritual.
A diferencia de lo que muchas occidentales creen, el Tantra Yoga poco tiene que ver con el sexo, es más bien una herramienta muy potente y de gran impacto para conocerte a ti mismo, para sanar, para curar heridas y para contar con una nueva perspectiva vital.
El Tantra Yoga es una rama del Yoga. Y parte de la suposición del Tantra, de que aquello que puede dañarte, también puede sanarte si empleas bien tu energía.
La forma de emplear la energía son posturas de Yoga, por eso el nombre de Tantra Yoga. Aunque también debes acompañarlo de meditaciones, respiraciones conscientes y más.
Para el Yoga, el cuerpo es algo inferior a lo trascendental. Así se considera en diferentes doctrinas y escuelas de Yoga como el Hatha Yoga, el más practicado en occidente.
En la mayoría de Yogas el cuerpo sigue siendo esa cárcel o inconveniente para la realización espiritual.
Esto en el Tantra Yoga cambia por completo pues considera que el cuerpo es una manifestación física del plano espiritual, por tanto, el conjunto de técnicas de este tipo de Yoga deben ir encaminadas a fortalecerlo, a recargar la energía.
Al contrario, la mayoría de los Yogas buscan drenar esa energía, casi agotarla.
Además, el Tantra Yoga busca conocer y conectar con los deseos del practicante, no quiere anular nada de él, sino acogerlo. Por este motivo se asocia el Tantra Yoga con la sexualidad, pero esto dependerá de los deseos y motivaciones de cada quien. En el resto de formas de Yoga se desea conocer al practicante pero para ayudarle a Ser sin sus deseos e instintos más bajos.
Las técnicas de Tantra Yoga suelen ser lentas, profundas y suaves y lo mejor es que sean guiadas por un instructor/ra o maestro/a, aunque también puedes comenzar tú mismo. A su vez, estas técnicas de asanas (posturas de Yoga) se intercalan con mantras (meditaciones) propias del tantrismo para ayudar a purificar el cuerpo y la mente y para crear una sensación de tiempo consciente.
Por otro lado, Tantra Yoga y el resto de tipos de Yoga coinciden en el deseo de autoconocimiento. Aunque uno para restringir y purificar y el otro para canalizar.
En el Tantra Yoga existe la asunción de los cinco cuerpos del Tantra, por lo que las personas durante las asanas especialmente, tratan de comunicarse con estos cuerpos.
Los cinco cuerpos son:
- El cuerpo físico:músculos, huesos, tendones…
- El cuerpo energético:vibración, pulso, respiración… (prana)
- El cuerpo mental y emocional:el raciocinio, los pensamientos, obsesiones…
- El cuerpo de la sabiduría:intuición. La parte de nosotros que sabe lo correcto.
- El cuerpo de la dicha:lograr que la felicidad nos recorra.
Y se considera que cada uno de ellos tiene puntos de acceso diferentes. Probablemente a lo largo de tu vida no hayas podido acceder a la mayoría de ellos, por eso, el Tantra Yoga usa las asanas para acercarte y conocerte mejor.
Como apunte final sobre los cinco cuerpos, en el Tantra la dicha o la conexión con el cuerpo de la dicha se alcanza mediante la no – identificación. El objetivo es dejar de identificarte con personas, sensaciones, lugares, pensamientos…
Muchas personas llegan al Tantra Yoga deseando mejorar su vida sexual. Pero el Tantra no va de una pasión desenfrenada y desinhibida, no sin una consciencia y responsabilidad que la acompañe.
Dado que lo que te hunde puede elevarte, el Tantra coge lo que habitualmente nos hunde, nuestras bajas pasiones: sexo, comida, alcohol y drogas, y trabaja con ellas para elevar la consciencia.
El Tantra usa esas energías para llegar a la dimensión más alta y no dejar que lleguen al nivel inferior del sistema de energía. O sea, el Tantra usa los instintos pero por ello en extremo es peligroso si no se hace con un maestro/a, pues en lugar de fortalecerte, podría debilitarte.
El Tantra Yoga es la puesta en marcha de toda esta maquinaria, la técnica que incluye el conocimiento de los chakras, las asanas, los desbloqueos de energía, las meditaciones y más.
El Tantra y el Yoga son contrarios. Así de claro. Quizá no esperabas una afirmación tan contundente, pero es importante que entiendas que aunque persiguen la misma meta, los caminos están muy separados. Parten de diferentes suposiciones incluso.
En el Tantra la energía es neutral. En el Tantra no hay lucha ni deseo de suprimir, hay aceptación e indulgencia. No hay bueno ni malo, hay que aceptar lo que tenemos y transformarlo si es nuestro deseo. Todo nos refuerza, todo es manifestación de lo sagrado, por lo que no podemos castigar nada.
El Yoga en cambio busca luchar contra todo aquello de lo que nos queremos deshacer. Por ejemplo, cualquier deseo que nos desestabilice en el Yoga hay que suprimirlo, hay que Ser sin deseo, sin sufrimiento.
Algo importante es que aunque parezcan radicalmente contrarios, en ambos caminos debe existir la consciencia, de lo contrario, será en vano.
El Tantra es capacidad, porque su nombre significa entre otras acepciones, técnica. El Tantra Yoga es el entrenamiento para alcanzar la capacidad de usar y controlar nuestra energía.
Podemos usar esta energía para nuestra sexualidad, para nuestra mente, para nuestro corazón (Tantra rosa)… El Tantra es la posibilidad, podríamos decir que potencialmente todos tenemos algo de Tantra, la cuestión es cuántos rituales o meditaciones necesitas para que comience a funcionar.
Así sabremos si estamos más o menos avanzados en el Tantra.
En resumen, no podemos decir que el Tantra Yoga sirva para nada, más bien sirve para todo y tú decides en qué empleas este conocimiento.