Descripción
La Meditación Kundalini se hace mejor al anochecer o al final de la tarde. Sumergirnos por completo en el sacudirse y el baile de las dos primeras etapas nos ayuda a ‘fundir’ la parte petrificada de nuestro ser, donde el flujo de energía se haya reprimido o esté bloqueado, para que esta energía pueda volver a fluir, bailar y transformarse en dicha y alegría. Las dos últimas etapas permiten que toda esta energía fluya de forma vertical y se dirija hacia arriba hacia el silencio. Es una forma muy efectiva de liberar tensiones y relajarnos al final del día.